"El chico suscio", "La hosteria" y "El aljibe" de Mariana Enriquez
Los cuentos “El chico sucio”, “La hostelería” y “El aljibe” de Mariana Enriquez se ubican principalmente en el género de terror fantástico, pero todos tienen un toque realista, algunos más que otros. La realidad desconocida, o que creíamos conocer, puede ser más aterradora que cualquier terror fantástico. Se ve muy bien reflejado en los tres cuentos, los cuales tienen características muy similares.
“El chico sucio”, se trata de la historia de Julieta que vive sola en un barrio peligroso de Buenos Aires, Constitución. En la esquina de su casa vivía una joven embarazada, quien era drogadicta, con su hijo que estaba sucio y descuidado, lo único que tenían eran unos colchones y bolsas. Una noche el niño va hasta la casa de Julieta para pedirle ayuda porque su mamá no había vuelto, y ella lo ayudó. Esa acción hizo desatar una serie de eventos perturbadores que la llevan a cambiar su perspectiva del barrio y seguir viviendo allí.
La narradora del cuento es la protagonista, los hechos contados desde la mirada de ella, genera que el lector comprenda todo lo que atraviesa. Un procedimiento que utiliza la escritora para intensificar el entendimiento de los sucesos es la descripción detallada, permite que el lector se ubique en el ambiente y se sumerja en las emociones de los personajes, y, además, el lenguaje informal, genera que el lector no se sienta ajeno a lo que sucede. En la narración también hace uso de la intriga, nada de lo que sucede se anticipa antes, por lo que nos enteramos de las cosas que pasan al mismo tiempo que la protagonista, produciendo que nos hagamos preguntas sobre lo que va a pasar o de lo que no hay explicación en la narración.
Analizando a mayor profundidad el cuento, se exploran temas como el abandono, la exclusión, la pobreza, la adicción de las drogas y el miedo e indiferencia de la sociedad hacia estas personas; y como todo eso se refleja en el barrio de Constitución. Además el uso del simbolismo en la historia muestra cómo esas personas se aferran a símbolos de las religiones o creencias que terminan siendo su único sostén, ocasionando que hagan cosas impensables en sacrificio para ellos; en el cuento esto se registra cuando el chico sucio habla del gauchito gil y san la muerte. De igual forma se ve, también, la compasión e intención de ayudar de algunas personas. Estas dos situaciones pueden llegar a entrar en tensión y tener repercusiones complejas y crudas.
“La hosteria” narra la historia de Florencia, una adolescente que viaja con su mamá y su hermana Lali a Sanagasta, un pequeño pueblo, debían quedarse allí hasta que el papá terminara la campaña política y fueran las elecciones. Al llegar al pueblo, Florencia se encuentra con su mejor amiga, Rocío, quien le cuenta que en su casa había problemas con su papá, ya que fue despedido de su trabajo en la Hostería del pueblo por haber dicho que fue una escuela de policías en la época de la dictadura. Rocio llena de resentimiento y en busca de venganza, idea un plan para sabotear la Hostería y convence a Florencia de que la ayude. Se metieron de noche en el edificio con la intención de esconder chorizos en los colchones para que con el pasar de los días se pudrieran y el lugar se llenara de mal olor. Durante la travesura, experimentan un miedo intenso al escuchar ruidos que parecen ser de autos y personas golpeando las ventanas. Este episodio las aterroriza, y cuando son descubiertas por Elena, la dueña de la Hostería, las chicas intentan explicar lo sucedido, pero nadie les cree.
Al igual que “El chico sucio” es un cuento en donde el lenguaje informal, lo realista y las descripciones minuciosas predominan. Los hechos, los sentimientos y los lugares son descritos con tanto detalle que apelan a los sentimientos del lector y permite que cree el escenario de lo que va sucediendo en su mente, produciendo que se sumerja en la historia; y el uso del habla informal intensifica la inserción porque hace que el lector lo sienta cercano a lo que pasa. Un procedimiento que utiliza es la tensión, hay situaciones en donde la descripción te lleva a compenetrarse tanto en el relato y estar expectante a lo que pasa. Lo que hace más realista al es como destaca las sensaciones sensoriales, describen las sensaciones del cuerpo de la protagonista con tanto detalle generando que entendamos por lo que está pasando. Todo lo que sabemos de los personajes es porque el narrador del cuento es omnisciente, no pertenece al cuento pero sabe todo con detalle, se enfoca en los pensamientos y emociones de los personajes como si los conociera.
Bajo la historia de “La hostería” yace una historia más profunda que habla del miedo y la represión. Flor siente una atracción por Rocío y al entrar a la hostería, que en la dictadura fue un centro clandestino para las personas “distintas”, sucede algo inexplicable, pero la situación era parecida a cuando los militares se llevaban a las personas de su casa y el terror que las chicas sintieron se asemeja al de los detenidos que pasaron por allí
El cuento “El aljibe” nos presenta la historia de Josefina y su familia, que tenía una peculiaridad: su abuela, mamá y hermana Mariana tenían miedos y fobias demasiado grandes. Debido a esto, cuando Josefina tenía seis años, viajó con su familia a Corrientes para visitar a una mujer conocida como "La Señora", que parece tener habilidades curativas. Su casa le llamaba mucho la atención a Josefina, tenía altares y ofrendas a San la muerte, pero lo que más le intrigó fue el aljibe que había. Esta visita marca un punto crucial en la vida de Josefina, porque después de esta los miedos de la abuela, madre y hermana comenzaron a desvanecerse cada vez más, pero Josefina no corrió con la misma suerte. Antes de ir a esa casa no tenía miedo, pero después, a medida que fue creciendo, comenzaron a surgir miedos que más tarde se transformaron en fobias que no le permitían vivir una vida normal y en paz. Tenía que tomar pastillas de todo tipo para calmar la ansiedad y tener una vida limitada por sus miedos.
Su hermana la ve tan mal que le dice de viajar juntas hasta Corrientes para visitar a “La Señora”, si pudo ayudar a su mamá y abuela, a ella también la va a poder curar. A pesar de su miedo, Josefina decide intentarlo. Al llegar, la señora las reconoce y deja pasar, Josefina enseguida comienza a sentirse mal y la señora puso una cara de pena y arrepentimiento, tuvo que contarles la verdad de la visita hace años: su familia recurre a ella para quitarse los miedos, la cura era pasarlos a una persona, pero como eran tantos y tan grandes debía ser alguien lo suficientemente fuerte, esa persona era Josefina. Al curar a la familia, la señora arrojó una foto de ella al aljibe, por lo que no podía hacer nada para ayudarla, no había solución.
Este último cuento comparte características con los otros dos cuentos: el narrador es omnisciente, sabe con detalle los hechos, pensamientos y emociones de los personajes, y por eso mismo la narración se basa en una descripción profunda con lenguaje informal, nada complejo, que te va llevando por lo que atraviesa Josefina y logra que el lector se adentre en la historia y emociones del personaje. La intriga es un recurso constante, desde el inicio se anticipa que algo sucedió con la chica luego del viaje, durante el desarrollo uno va haciendo hipótesis pero, igualmente, te deja expectante durante todo el cuento para ver que paso.
El simbolismo y la exageración de las circunstancias son figuras importantes en el cuento, en primer lugar lo que representa el aljibe: es la traición y males de la familia de Josefina que produjeron sus traumas y ansiedades. En segundo lugar la exageración, o hipérbole, de los miedos de Josefina, esto resalta el terror que ella sentía a cosas cotidianas o que no generaban ningún tipo de miedo.
Creo que la historia profunda es la traición de la familia, los miedos, la desesperación, creencias. La familia estaba muy desesperada, harían lo que fuera por salvarse, hasta entregarian a una de sus hijas al “santo” si fuera necesario y eso hicieron.
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