Trabajo Final: Analisis de "Las tres luces" de Claire Keegan

   Le han bastado tres libros para convertirse en una de las mejores cuentistas de habla inglesa hoy, Claire Keegan es una reconocida escritora irlandesa, que se especializa en la escritura de cuentos y novelas cortas. A pesar de tener un recorrido breve en el ámbito literario, sus relatos han sido traducidos a más de treinta idiomas, permitiendo el alcance de sus textos a numerosos países. Caracterizada por escribir dentro del realismo literario, tiene una gran habilidad para explorar y capturar con tanto rigor las complejidades de la experiencia humana. A través de su prosa lírica, profunda y precisa, va llevando al lector, sin que se de cuenta, a seguirla a donde ella quiere que llegue. 

   En sus narraciones escribe con tanto detalle y exactitud generando que el lector se adentre en las historias y conozca en profundidad a los personajes, lo que sienten, lo que piensan y el contexto en el que viven; logrando que sus obras sean resonantes y emocionalmente poderosas, dejando una impresión duradera en los lectores. 

   Analizaremos la novela corta llamada “Las tres luces”, la cual contiene todas las características habladas anteriormente. Al principio fue publicada en una versión más corta en la revista The NewYorker en el 2010, para luego ser lanzada en su versión final, un libro. Fue su primera producción publicada en el género, sin experiencia alguna en las novelas, resultó en uno de sus trabajos más aclamados por el público: traducido a más de 8 idiomas y ganador del Davy Byrne's Irish Writing Award, unos de los premios más importantes del mundo para un cuento.

   La novela sucede en la Irlanda rural, sigue las crónicas de una niña que es llevada por su padre a la estancia de los Kinsella, eran unos parientes lejanos de la madre, una pareja, de los cuales no sabía mucho. Le dejaban a la niña, durante una temporada, para que la cuidaran mientras su madre se preparaba para dar a luz a su nuevo hermanito. En el transcurso de la novela la niña narra cómo son sus días allí y lo diferente que es, en todos los aspectos, comparado con su casa. Los Kinsella, a pesar de mostrar una vida pacífica y perfecta, tenían un secreto que de a poco se iba a ir asomando y atormentando a los protagonistas.

   Para empezar, hablaré del lugar donde sucede la historia. Transcurre en los 80, en una Irlanda rural, católica y conservadora. La elección de la ambientación por parte de Keegan no es arbitraria: en primer lugar, es fundamental para el desarrollo de la novela, porque al situarla en ese contexto y entorno, permite que comprendamos cómo era la vida por aquellos tiempos: la cultura, tradiciones, religión y pasatiempos; generando un enriquecimiento en la narrativa y mejor entendimiento de los personajes, sus circunstancias y el porqué de sus reacciones a ciertos acontecimientos, sin ir más lejos, cómo le afecta a la niña el cambio de vida y circulo social; de una familia conservadora a unos completos desconocidos que le daban un amor incondicional.

   En segundo lugar, Irlanda es el país natal de la escritora y en un montón de entrevistas ha expresado que viene de una familia católica y conservadora, ella también en los 80 era una niña, todo como la protagonista. Es evidente que parte del contexto de la novela está basada en vivencias de Keegan, y se puede llegar a detectar ese toque de realidad, creando una sensación de cercanía con la novela en el lector. 

   Es muy habitual ver que utiliza a Irlanda como ambientación en la gran mayoría de sus obras; recurso que se hace muy notorio en otra de sus novelas cortas llamada “Cosas pequeñas como esas”, constantemente enfatiza en las descripciones del ambiente las cuales siguen las emociones del protagonista, otra gran novela de Keegan. 

   Siguiendo con la historia, esta es narrada por la niña, sin embargo no lo parece por la forma tan madura y sensata que tiene para contar los hechos; se debe a la maduración repentina que tuvo que soportar ya que sus padres debían dedicarse a sus otros hijos, por lo que la niña tuvo que comenzar a salir a trabajar en el campo con su padre para ganarse la comida, formando así una “coraza” frente a la vida. 

   Apesar de todo eso, la narración desde la mirada infantil está bien lograda. Si bien por momentos muestra la cierta madurez que tiene, por otros nos podemos percatar que hay una infante detrás de la narración, gracias a que su coraza comienza a debilitarse frente a situaciones anómalas para ella, a las cuales no sabe cómo reaccionar, mostrando así su vulnerabilidad, una parte de la niña que ni siquiera ella misma conocía; como cuando estaban volviendo de buscar agua del pozo con la mujer y expresa “Volviendo por la huella y a través de los campos, la agarro de la mano y siento que la equilibro…Trato de recordar otro momento en que me haya sentido así y me pongo triste porque no puedo acordarme, y feliz, también, porque no me  acuerdo”, esta cita demuestra cómo la niña no estaba acostumbrada a actos tan simples como agarrarse de la mano, por lo que le resultaba extraño y triste, pero al mismo tiempo satisfactorio.

   En los momentos que el punto de vista aniñado se hace presente de forma más notoria es en las descripciones que la niña realiza sobre las acciones cotidianas, a las cuales ella no estaba acostumbrada. A pesar de que las descripciones sean extensas y explícitas, no hace uso de un vocabulario complejo, sólo detalla las sensaciones que tuvo al realizar cosas que nunca hizo, lo que lleva a idealizar y “exagerar” las vivencias. 

   Meresulta increíble cómo Keegan utiliza una escritura tan descriptiva para reflejar las diferencias entre una familia y la otra. Pero no es la típica descripción literal de diferencias, de a poco va desglosando características por toda la novela generando que al final queden expuestas de forma sutil y lírica, y no chocantes.

   También, mediante las descripciones que hace la niña de sus días allí , podemos dar cuenta de las personalidades de los personajes, por ejemplo: “A la noche, espero que me haga arrodillar, pero en lugar de eso, me arropa…Entonces se inclina sobre mí y me da un beso, un simple beso y se despide…” o “En algún momento de la noche…la mujer entra…Siento que el colchón se hunde, el cuerpo de ella sobre la cama.–Dios te ayude, criatura–dice–. Si fueras mía, jamás te habría dejado en una casa con extraños.”. Estas dos citas hablan sobre la mujer Kinsella, con solo leerlas podemos notar que es una mujer protectora, cariñosa, que se preocupa por la niña. No fue necesario un fragmento específico de cómo es la mujer, con acciones simples como esas el lector va descifrando las personalidades de cada personaje.

   “Tres luces” es una novela que de principio a fin te mantiene atrapado leyendo, tiene una prosa profunda y dura narrada desde la mirada de la pequeña. Esta peculiaridad, que en mi opinión es lo que hace especial a la novela, ocasiona que el lector se apiade de la niña y conecte con lo que narra. Keegan ha creado una historia que logra hacer que perdure y resuene en los lectores después de haber terminado el libro

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