De vuelta a mi ciudad
Mi papá y yo estábamos volviendo de nuestro viaje en Mendoza. Donde nos hospedamos queda en una de las montañas más alta del lugar, tiene una vista hermosa y las cabañas están increíbles, pero lo feo es el estrecho camino que hay para llegar. A las 8 de la mañana partimos para nuestra ciudad. Decidimos salir temprano para descender tranquilos ya que son 2 horas de descenso y no queríamos toparnos con el tráfico de los que ingresaban al complejo, para no ir pensando en que un movimiento en falso y caíamos al vacío. Transcurrimos la primera hora de viaje bien, hasta que empezamos a ver como 4 camiones grandes se iban acercando. No entendíamos que hacían a esa hora por esa zona, hasta que nos acordamos que todos los días a la mañana llevan mercadería. Cada vez estaban más cerca, no sabíamos si ambos vehículos pasaban, yo me tapaba los ojos para no ver, pero a veces me asomaba por la ventana y miraba cómo cada vez los camiones se acercaban más a nosotros; papá me decía “No va a pasar nad...